miércoles, 15 de junio de 2011

La verdad sobre la bacteria Ecoli

BACTERIAS, TRANSGÉNICOS, CRISIS SANITÁRIA Y MODELO ALIMENTARIO

En las últimas horas portavoces del Instituto Robert Koch (RKI) y del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BFR) han anunciado que la hipótesis más probable sobre el origen de la epidemia producida por una cepa patógena de Escherichia coli entero-hemorrágica finalmente son brotes germinados de una explotación de Baja Sajonia. Lo cierto es que son ya muchos días de acusaciones, hipótesis, alarmas y pistas falsas.

Curiosamente, estos portavoces afirman a renglón seguido que “todos los análisis realizados en esa empresa tras convertirse en sospechosa dieron resultados negativos, pero las autoridades no descartan que el foco infeccioso desapareciera tras su brote inicial sin dejar rastro”. Lo de siempre, más dudas que certezas. Y eso que se han puesto a ello el Gobierno de Alemania, los de varios Landers, la propia Comisión Europea...

La triste realidad es que el Síndrome Hemolítico Urémico hasta la fecha ha acabado oficialmente con la vida de 27 personas e infectado a 2.897, según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (30 fallecimientos según otras fuentes del Gobierno Alemán). Sea cual sea el origen real del problema, los institutos en cuestión y las autoridades afirman que oficialmente se conoce la cepa causante y al parecer ha sido secuenciada.

Lo que es una certeza absoluta es la "guerra" política y comercial intra y extracomunitaria que se ha desatado; el último eslabón, Rusia, que ha entrado en la "batalla" cortando las importaciones de hortalizas desde la UE hasta que no se identifique el origen del problema. Delgada línea la que separa la excusa de la realidad.

Desde el respeto por las víctimas y por los damnificados productores de frutas y hortalizas de España y de la UE, en realidad todo ello es la evidenciación de un modelo agroalimentario y de comercio internacional en constante guerra larvada, un modelo basado en la "competencia" que lleva al enfrentamiento y desafío constante ... y este tipo de situaciones no hacen más que abrir las múltiples cajas de pandora de un sistema agroalimentario en constante crisis. Prueba de ello son las innumerables controversias y paneles de la Organización Mundial del Comercio.

Sobre las posibles bacterias transgénicas, Greenpeace no puede pronunciarse acerca de una hipótesis sobre la cual no tenemos más datos que los que nos llegan por correo, sin suficientes argumentaciones científicas. Estamos intentando recoger más datos, y si se confirmara o se supiera más, Greenpeace se posicionaría claramente y actuaría. Esto también confirmaría lo que llevamos años afirmando, a saber los riesgos de todos tipo de OMG, sean uni o pluricelulares, cuando éstos son liberados o "escapan" al medio ambiente.

Aunque Greenpeace no se opone al empleo confinado de microorganismos transgénicos con finalidades médicas (por ejemplo bacterias para producción de insulina), siempre hemos alertado sobre la posibilidad de que estas instalaciones pudieran no ser herméticas y de posibles pérdidas de material o de microorganismos, aunque solamente fuera a la hora de dehacerse de los residuos.

En todo caso, lo que parece claro es que esta "crisis" nos habla la debilidad de un sistema alimentario que prioriza el comercio internacional sobre la soberanía alimentaria (de los países y de sus pueblos). Es evidente que es una señal más para que nuestra sociedad cambie de modelo ... que los “líderes políticos” pueden escuchar o no. Pero otra certeza absoluta es que el actual modelo agroalimentario global produce injusticia, muerte, devastación de ecosistemas, enfermedad y cambio climático.

Esta “crisis” nos habla también de la debilidad de las agencias que supuestamente deben controlar la seguridad alimentaria y sanitaria, incluso en los lugares supuestamente más tecnológicos y ricos del mundo. Nos parece curioso, por ejemplo, que Alemania haya invocado el principio de precaución a la hora de lanzar alarmas e informaciones, frenando el consumo de determinadas hortalizas, por lo que pudiera ocurrir, mientras ecologistas, agricultores y sociedad civil llevamos años exigiendo que este principio se aplique, por ejemplo, a la producción y consumo de transgénicos... como si las grandes corporaciones del sistema agroalimentario se hubieran puesto de acuerdo con las instancias políticas.
 
 
 

Análisis forenses determinan que la superbacteria E.Coli europea fue creada mediante bioingeniería para producir víctimas humanas

No todas las falsas banderas son para producir guerras, tambien se utilizan para otros intereses:
Coli: La Nueva Pandemia
Viernes 10 de Junio de 2011 01:00
La nueva pandemia en proceso, el trampolín es Alemania: Pero inicialmente la culpa recae en España sobre los horticultores. ¿Recuerdan que la pandemia de la gripe A1HN1 fue lanzada en México y en ocho días ya estaba en todo el mundo? Ahora es algo similar pero de manera diferente; como la E.Coli está en todos los vegetales del mundo, todos estaríamos expuestos al contagio y como se trata de una super-bacteria como en los vídeo juegos, que se ha hecho resistente a todo; entonces, para proteger la salud de las gentes, serán prohibidas todas las siembras con destino directo a los consumidores y para ello han iniciado por España, país que se ha resistido a aceptar incondicionalmente el ingreso de los trasgénicos a sus granjas. En adelante te dirán que no te puedes comer una lechuga si antes no ha pasado por un proceso industrial de control sanitario que garantice la no presencia de la super-bacteria. ¿Sabes de qué se trata el Codex alimentario? pues entonces investígalo porque tiene que ver con la veda alimentaria en ciernes.
A pesar que la búsqueda del culpable ha comenzado en la Unión Europea, la superbacteria E.coli sigue sumando víctimas y llenando hospitales en Alemania. En los medios de prensa masivos nadie parece interesarse en cómo una bacteria pudo mágicamente volverse resistente a ocho clases diferentes de antibióticos, además de aparecer súbitamente en los alimentos.

Esta variación particular de E.coli forma parte del grupo de bacterias O104, las cuales en condiciones normales NO son resistentes a los antibióticos. Para que las bacterias puedan adquirir tal resistencia, deben ser expuestas en forma repetida a los antibióticos, con el fin de generar las condiciones necesarias para adquirir una inmunidad completa a los mismos.
Por lo tanto, si alguien quisiera averiguar los orígenes de la bacteria, lo que debería hacer es aplicar la ingeniería inversa al código genético de la E.coli, y así determinar a cuáles antibióticos fue expuesta durante su desarrollo. Este paso ya ha sido dado, y al echar un vistazo a la decodificación genética de la amenaza que pone en peligro a los consumidores a lo largo y ancho de la UE, un resultado tan sorprendente como macabro queda expuesto…

El código genético revela la verdadera historia

Los científicos chinos que completaron la secuencia del genoma de la nueva bacteria E. Coli, anunciaron hace un par de días que descubrieron genes en la bacteria resistentes a ocho tipos de antibióticos.
Los investigadores del Instituto Genómico de Beijing, el mayor centro de secuencia de ADN del mundo, ha hallado genes en la recién identificada E.coli 0104, que le hacen resistente a las principales clases de antibióticos, como la sulfonamida, cefalotina, penicilina y estreptomicina. El descubrimiento no sólo ayuda a explicar las dificultades a las que se han enfrentado los doctores europeos en su lucha contra esta bacteria, que ha dejado un saldo de 18 muertos y unos 2.000 enfermos, sino que también favorece la selección de medicación adecuada para su tratamiento.
Los científicos chinos, que obtuvieron muestras de ADN de las bacterias de sus homólogos colaboradores en Alemania y completaron la secuencia del genoma en tres días, anunciaron que la E. Coli es un nuevo tipo de bacteria infecciosa y tóxica, y que no está relacionada con anteriores brotes. No obstante, se asemeja en un 93 por ciento a la cepa EAEC 55989 de la República de África Central, que causa diarrea grave.
Asimismo, esta bacteria O104 posee la habilidad de producir enzimas especiales que le dan “superpoderes”, algo conocído técnicamente como betalactamasa de espectro extendido (BLEE).

La introducción de armas biológicas en nuestros alimentos

Entonces, ¿cómo es que una bacteria se vuelve resistente a tantas combinaciones de antibióticos, tiene un par de mutaciones genéticas mortales y, como frutilla del postre, capacidades de enzima BLEE?
La evidencia apunta a que la mortífera bacteria E.coli fue desarrollada artificialmente y luego introducida en el suministro de alimento, o bien se escapó de alguna manera del laboratorio y fue a parar a donde ya sabemos. Si Ud. no está de acuerdo con esta conclusión, entonces se ve forzado a aceptar que esta superbacteria “octobiótica” (inmune a ocho clases diferentes de antibióticos) se generó por sí misma… y esa conclusión es aún más espeluznante que la de bioingeniería, porque significa que superbacterias octobióticas pueden aparecer de la nada y en cualquier lado sin causa aparente. Una teoría bastante exótica.
La explicación que es más fiel a los hechos y por ende tiene más sentido, es que E.coli fue concebida y liberada en el suministro de alimento con un propósito específico. Pero, ¿cuál es ese propósito?
Todo se trata de: problema, reacción y solución. Primero causan el PROBLEMA (una superbacteria en la comida). Luego esperan por la REACCIÓN (protesta popular y terror en la población). En respuesta a eso, se introduce la SOLUCIÓN deseada (un control total sobre el suministro de alimentos y la prohibición de semillas, vegetales y leche en estado natural).
En Estados Unidos hace poco se lidió con el mismo asunto, impulsando el “Acta de Seguridad y Modernización de Alimentos”, la cual en esencia prohibió las pequeñas cosechas orgánicas en granjas familiares a menos que éstas le lamieran las botas a los reguladores de la FDA. Cuando la gente está asustada, en este caso con bacterias mortales en la comida que consumen, no es algo difícil hacerla aceptar casi cualquier regulación tiránica. Todo lo que se necesita son unas cuántas líneas de texto enviadas a los principales medios de comunicación.

Primero la medicina natural, ahora el suministro de alimentos

La mayoría recordará que hace poco tiempo la Unión Europea atacó a discreción a las hierbas medicinales y suplementos nutricionales —una prohibición en contra de terapias totalmente naturales que mantienen a la gente saludable y libre de enfermedades. Ahora que esas hierbas y suplementos naturales están prohibidos, el próximo paso parece ser los alimentos frescos. Quizás por los beneficios que una buena dieta vegetariana conlleva.
El objetivo parece dilucidarse por sí mismo, inculcar el TEMOR a los vegetales frescos y si se puede prohibirlos. Una vez dado ese paso se puede forzar a una población entera a seguir una dieta de alimentos procesados y totalmente controlados que producen gradualmente enfermedades degenerativas e incrementan las ganancias de las poderosas industrias farmacéuticas.
Ahora, ¿por qué la mira fue puesta sobre España? Pues bien, remitiéndonos a cables diplomáticos que recientemente fueron filtrados al público, nos encontramos con que España se negó a la introducción de los alimentos transgénicos (GMOs) en sus sistema de agricultura, incluso bajo la fuerte presión del gobierno de Estados Unidos para que desistiera de tal actitud. El acusar a España por las muertes producidas a causa de la E.coli es probablemente una represalia por la resistencia a saltar al tren de los alimentos transgénicos.
Esa es la verdadera historia detrás de bambalinas sobre la devastación económica de los granjeros españoles, y probablemente solo un capítulo del siniestro plan que utiliza a una bacteria genéticamente modificada como caballo de batalla.

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