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Cuando nos aseamos y nos aplicamos cremas suavizantes para cuidar nuestra piel, puede que precisamente estemos haciendo lo contrario. Numerosos productos de tocador contienen sustancias que pueden hacernos más daño que bien. Hacemos un repaso de ellas.
1. Las fragancias sintéticas a menudo contienen ftalatos (phthalates), unos productos químicos comúnmente usados para estabilizar aromas y hacer más flexible el plástico. Son perturbadores endocrinos que imitan a las hormonas y pueden alterar el desarrollo genital. Conviene evitar los productos que incluyen fragancias en la lista de ingredientes, salvo que sean derivadas de aceites esenciales, o buscar una etiqueta libre de ftalatos.
2. Parabenos, la sustancia ubicua en el cuidado de la piel, está en todos los productos convencionales porque ayuda a preservar otros ingredientes y a alargar la vida útil del producto. Sin embargo, estos químicos antimicrobianos también provocan trastornos hormonales.
3. Ureas, conocidas formalmente como diazolidinil urea, la urea imidazolidinil, hidantoína DMDM o hidroximetil-glicinato de sodio, son los conservantesque tienen el potencial de liberar formaldehído en cantidades muy pequeñas, y son una causa primaria de la dermatitis de contacto.
4. 1,4-dioxano, un químico cancerígeno, se crea cuando los ingredientes se procesan con el óxido de etileno que es un derivado del petróleo. Entre los compuestos más comunes están el lauril sulfato de sodio y el glicol de polietileno (a menudo aparece como PEG). Para evitarlo, hay que desechar aquellos productos con los siguientes ingredientes: MYRETH, oleth, laureth, Ceteareth (o cualquier otro-ETH), PEG, polietileno, glicol de polietileno, polioxietileno, u oxynol.
5. Productos petroquímicos derivados del petróleo. Ingredientes a base de petróleo como la vaselina, aceite mineral y parafina (derivadas de fuentes no renovables) forman una barrera cuando se aplica sobre la piel que no le permite respirar y puede obstruir los poros.
6. MEA / DEA / TEA son "aminas" (compuestos de amoníaco) y pueden formar nitrosaminas perjudiciales cuando entran en contacto con nitratos. Se utilizan como agentes espumantes, estabilizadores de síntesis y para ajustar el pH de los cosméticos. Pueden causar reacciones alérgicas, irritación de los ojos y sequedad de la piel y el cabello.
7. Los sulfatos como laurilsulfato de sodio son detergentes fuertes que proporcionan consistencia a los productos de limpieza, jabones y champús. A menudo derivados del petróleo, los sulfatos también pueden proceder del coco y otros aceites vegetales que podrían estar contaminados con pesticidas. Los sulfatos pueden causar irritación de los ojos y erupciones de la piel.
8. Protectores solares químicos, tales como la oxibenzona y el octilmetoxicinamato, se ha demostrado que alteran la actividad endocrina. El dióxido de titanio y el óxido de zinc son alternativas más seguras.
9. Quats, como el cloruro de benzalconio, cloruro de steardimonium, el bromuro de cetrimonio, y cloruro de cetrimonio, dan una carga positiva a los acondicionadores para evitar la estática. Son necesarios para que los acondicionadores hagan su papel, pero sólo deberíamos permitir los quats más suaves en nuestra belleza: hydroxypropyltrimonium cloruro de guar, oligosacáridos hydroxypropyltrimonium, y SugaQuats.
10. Compuestos antibacterianos, tales como triclosan y chlorphenesin, no se descomponen en el medio ambiente y pueden contribuir a la resistencia bacteriana.
11. Los polímeros sintéticos, como el poliacrilato de sodio y carbómero, provienen de petróleo y dan viscosidad a los productos de cuidado de la piel. Son muy elaborados y su fabricación genera subproductos tóxicos.
12. Los colores sintéticos están hechos de alquitrán de hulla. Contienen sales de metales pesados que pueden depositar toxinas en la piel, generar sensibilidad e irritación cutánea. Los estudios en animales han demostrado que la casi totalidad de ellos son cancerígenos. Aparecen etiquetados como FD&C o D&C, seguidos por un color y un número.
13. Quelantes, como EDTA disódico y tetradisodium EDTA, se utilizan en productos de cuidado personal para eliminar las impurezas de materias primas de baja calidad. No es fácil su biodegradación en el medio ambiente.
14. Nanos. La nueva tecnología sin resultados concluyentes en los estudios pero potencialmente peligrosa. La investigación sugiere que cuando las minúsculas nano partículas penetran en la piel, pueden causar daño celular.
15. Pruebas con animales: detrás de muchos ingredientes cosméticos hay una historia triste de crueldad con los animales. Para acabar con ello, el Centro Europeo para la Validación de Métodos Alternativos (CEVMA), que forma parte del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea, y sus homólogos en los Estados Unidos (ICCVAM), Japón (JACVAM) y Canadá (Environmental Health Science and Research Bureau) firmaron en abril de 2009 un acuerdo de cooperación para impulsar la expansión por todo el mundo de alternativas científicamente probadas a los métodos de ensayo con animales.
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14.04.2009
Los productos de higiene del hogar y cuidado personal pueden ocasionar resistencia a los antibióticos. Esta es la conclusión de un estudio llevado a cabo por las universidades de Birmingham y Warwick.
La investigación buscaba encontrar la relación entre la polución de los lodos de desecho, desinfectantes animales y suavizantes de ropa y el aumento de la resistencia bacteriana a los antibióticos.
Si anteriormente la superbacterias se achacaba a malas condiciones sanitarias y al abuso de medicamentos, ahora se demuestra que otros factores entran en juego en la inefectividad de los antibióticos.
Los científicos británicos querían investigar sobre los efectos que tienen sobre las personas los fangos humanos y animales utilizados por los agricultores, una vez que son absorbidos por los cultivos.
Los residuos de uso agrícola contienen trazas de sustancias químicas denominadas biocidas y cuyo origen son los productos de higiene, a los cuales a menudo se les puede seguir la pista hasta identificarlos.
Los biocidas están presentes en la mayoría de los productos de cuidado personal y especialmente en los champús, con lo que es inevitable que lleguen hasta las aguas residuales que luego se procesan y reciclan. Es entonces cuando se produce la introducción en los suelos de elementos genéticos resistentes a los antibióticos.
Con todo, el uso de biocidas por parte de la industria posiblemente se ponga en el punto de mira en un futuro cercano si es que la resistencia a los medicamentos sigue en aumento.
En medio del bombardeo diario de sustancias tóxicas que sufrimos desde todos los ámbitos, resulta complicado encontrar una pasta de dientes que no contenga productos químicos nocivos como como laurilsulfato sódico (SLS), que entran directamente en nuestro organismo. Si no podemos encontrar un dentífrico orgánico, al menos podemos seguir ciertas directrices a la hora de comprarlo. También podemos hacerlo nosotros mismos en casa.
¿Tiene dientes sensibles?
- Busque los agentes alcalinizantes como el bicarbonato de sodio, coenzima Q10 y aloe vera, que reducen la inflamación en la boca y alivia la irritación de encías.
- Evite el SLS, que puede secar la boca y causar úlceras bucales. También conviene alejarse del azúcar (en forma de sacarosa o glucosa) y del alcohol.
- Por el contrario, la combinación nitrato de potasio y aloe va muy bien para suavizar los dientes y encías sensibles.
¿Quiere una sonrisa más resplandeciente?
- Busque abrasivos naturales a partir de las fibras naturales del árbol del peelu indio o de tierra de diatomeas, unos sedimentos blandos que quitan suavemente las manchas sin dañar el esmalte dental. Seguro que se ilumina su sonrisa.
- Evite el peróxido de hidrógeno y la glicerina, que secan y pueden conducir a la sensibilidad dental. También manténgase alejado de abrasivos fuertes, tales como la arena, la tiza, o la alúmina.
¿Necesidad extra de control del sarro?
- Busque el xilitol. Este azúcar natural lucha y hasta sana las caries en desarrollo al detener el crecimiento de las bacterias que causan caries. También busque Co-Q10, que se ha demostrado cura y previene la gingivitis, al tiempo que el aloe calma las encías.
- Evite el fluoruro o flúor, un ingrediente común en dentífricos para el control del sarro y la caries. Lo cierto es que llegados a los 25 años, el flúor no fortalece el esmalte, dicen los expertos.
- La combinación de xilitol, Co-Q10, aloe y extracto de hoja de olivo ayuda a prevenir las caries a la vez que impulsa la salud de toda su boca.
Dentífrico hecho en casa
Si esta búsqueda le resulta demasiado ardua pero le preocupa la presencia de sustancias químicas dañinas en muchos dentífricos comerciales, siempre puede elaborar su propia pasta de dientes. Es fácil y barato, refresca el aliento y ayuda a blanquear los dientes. Esta es la efectiva receta que recomienda Stephanie Tourles.
INGREDIENTES
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 / 2 cucharadita de sal marina, molida muy fina
- 1 gota de aceite esencial de menta, hierbabuena, naranja dulce, clavo de olor o de canela
- Unas gotas de agua
Combine los ingredientes en una taza y mezcle cuidadosamente con un cepillo de dientes, el dedo, o una cucharilla, hasta lograr una pasta suave y espesa. Lo suficientemente densa para que permanezca en su cepillo de dientes sin gotear. Sumerja el cepillo en la pasta y úsela como cualquier otro dentífrico comercial. ¡Y a sonreír!
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Los aceites esenciales pueden ayudar a reforzar la inmunidad, a luchar contra las infecciones y a eliminar toxinas. Son especialmente útiles los aceites de limón, de jengibre, pino, eucalipto, bergamota, mirra, naranja y árbol del té. En aromaterapia pueden ayudar a prevenir y a aliviar los síntomas de la gripe y los enfriamientos.
El proceso de destilación al que se someten los aceites esenciales sólo recupera las fitomoléculas más ligeras, lo que hace que su composición química sea diferente a la de los productos herbales. Su uso puede realizarse a través de difusión aérea, inhalación y aplicaciones tópicas mediante masaje, baños o aplicación directa.
El de eucalipto es un aceite picante que contribuye a estimular la circulación. A menudo se usa la inhalación del vapor para ayudar a limpiar los senos nasales y la congestión. Se dice que su función es similar a la del mentol, actuando sobre los receptores de la mucosa nasal, lo que lleva a una reducción de los síntomas de la congestión.
El aceite de jengibre también tiene un aroma picante, es muy terapéutico y tiene una gran capacidad de calentamiento. Cuenta con propiedades analgésicas y antibacterianas. En China el jengibre se ha utilizado tradicionalmente para paliar el resfriado y en Filipinas para aliviar el dolor de garganta.
El aceite de lavanda es otro sorprendente terapéutico. Estimula el crecimiento de nuevas células, mejora la depresión, calma los nervios, combate la infección, reduce la inflamación y alivia la congestión. Además, reduce el dolor, los espasmos musculares y la presión arterial.
El mentol es un compuesto obtenido a partir de aceite de menta o de otros aceites mentolados producidos sintéticamente. Tiene capacidad como anestesiante local y cualidades anti irritantes. El mentol figura entre los productos de venta libre para el alivio a corto plazo del dolor menor de garganta y boca. También se incluye en el conjunto de productos utilizados para el alivio de dolores musculares, esguinces y condiciones similares. A menudo se usa con otros ingredientes como el alcanfor y el eucalipto para aliviar el dolor. Se considera un antídoto para muchos compuestos homeopáticos y debe evitarse cuando ya se están tomando éstos.
El alcanfor es un sólido cristalino céreo, blanco transparente, con un fuerte y penetrante aroma acre. Se trata de una sustancia antimicrobiana de efecto refrescante, ya que se absorbe fácilmente a través de la piel y produce una sensación de enfriamiento similar a la de mentol y actúa como ligero anestésico local. En grandes cantidades, es tóxico cuando se ingiere y puede causar convulsiones, confusión, irritabilidad e hiperactividad neuromuscular.
La resina de mirra se ha demostrado que mata a varios microbios y estimula los macrófagos (un tipo de glóbulo blanco).
El liquen usnea tiene una reputación tradicional como antiséptico y se utiliza a veces para las personas con resfriado común.
La menta alivia el dolor y los espasmos musculares, reduce la inflamación, es anti infeccioso, elimina la congestión, ayuda en la digestión y promueve la buena salud de los nervios.
El pino es desinfectante y antiséptico con capacidad antibacteriana. Se utiliza contra la gripe, la salmonella y las cándidas, entre otros trastornos. Tiene baja toxicidad, pero su abuso puede originar problemas respiratorios y del sistema nervioso central.
La bergamota es un fruto cítrico de cuya piel se extrae el aceite. Es antiséptico, expectorante y carminativo. En la medicina tradicional de Calabria, Italia, se ha utilizado contra la malaria. En exceso puede ocasionar fotosensibilidad y dificultad para la absorción intestinal del potasio.
El aceite de árbol del té tiene un fresco olor alcanforado y propiedades antisépticas, antifungicidas y antibacterianas. Al ser irritante, debe diluirse siempre. Está probada su actividad contra el Staphylococcus aureus, responsable desde numerosas enfermedades de la piel hasta la neumonía. Es útil contra la infección de garganta.